He puesto la fotografía que ilustra este blog por lo representativa que resulta. Debe de estar realizada a finales de los 40 o 50 y muestra un pueblo roto, pobre, paupérrimo. El barrio de la Serreta, que es el que se encuentra al pie de las minas practicamente no existes. Solares vacios que un día fueron viviendas, calles abandonadas y unas cuentas casas diseminadas, inconexas, como si se tratara de una cortijada rural. Unas cuantas cabras -tal vez la del "chirivel"- corren buscando un poco de pasto en la Cañaíca o a la orilla de la rambla, pero sabiendo que en lo que fue calle tendrán alguna mata que comer.
Testigo silencioso, en un pueblo rodeado de ruína, abandono y resquebrajada por los achaques del tiempo, la vieja iglesia que ordenara construir Villena, San Andrés, aguanta los embites de su pueblo, mientras una sensación de penuria y melancolía soplan por los cuatro vientos.
Testigo silencioso, en un pueblo rodeado de ruína, abandono y resquebrajada por los achaques del tiempo, la vieja iglesia que ordenara construir Villena, San Andrés, aguanta los embites de su pueblo, mientras una sensación de penuria y melancolía soplan por los cuatro vientos.
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